Imagina por un momento tu espacio favorito lleno de vida y color. Sentir la fuerza positiva del mandala que limpia y equilibra la energía… Compartir esta conexión con otras personas. Pues… ¡deja de imaginar y enrédate en sus tejidos!

Hoy en día, después de décadas complicándonos la vida y alejándonos de las cosas que importan, hay una filosofía de vida que apuesta por la vuelta a lo sencillo, porque de eso es de lo que hablamos, de volver a la esencia de lo que somos.

Hablamos de recuperar el tiempo perdido, parándonos a apreciar el único momento que de verdad importa, el Presente. De detenerse a observar la belleza de los pequeños detalles, esos que hacen de la vida una experiencia maravillosa. Disfrutar de la vida es una tarea mucho más simple de lo que piensas: parar, observar, respirar, aceptar y soltar.

Un mandala de lana es un símbolo que te ayuda a recordar las cosas que verdaderamente importan: la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interior. Al estar hechos a mano y con materiales 100% orgánicos, nos transportan a la naturaleza y nos conectan con su esencia en cualquier espacio. Son muy fáciles de limpiar y, con unos sencillos cuidados, pueden acompañarte durante muchos años en perfecto estado.

100% hecho con nuestras propias manos, con materiales orgánicos seleccionados cuidadosamente. Trabajamos con una amplia gama de colores para crear un producto único y de calidad, un símbolo que refleje la mayor inspiración de tu vida, tus sueños y experiencias significativas.

Cada mandala de lana se crea desde un estado meditativo, en conexión con el Ahora y con la persona que va a recibirlo, desde donde la verdadera creatividad y belleza surgen.

Gracias a cada creación y a cada persona que recibe un mandala, vamos tejiendo consciencia en el camino hacia un mundo de unidad, paz y alegría.

¡Tú escoges los colores, el tamaño y la intención, y nosotros nos ponemos manos a la creación!